OBRAS
Las obras de Jesús María Casado, elaboradas con maestría en técnicas como acrílico, acuarela, carboncillo, conté, cera, lejía, óleo, pastel y tinta china, exploran una amplia variedad de géneros, desde retratos, escenas costumbristas y animalistas, hasta bodegones, desnudos, paisajes (marinos, urbanos, campestres, fluviales, rurales y montañosos), así como piezas abstractas y oníricas. Estas creaciones, disponibles en tamaños pequeños, medianos y grandes, ofrecen una experiencia visual y emocional única, reflejando la versatilidad y profundidad artística del autor en cada una de sus composiciones.
Las técnicas pictóricas son los diferentes métodos y procedimientos que los artistas emplean para aplicar pigmentos sobre una superficie con el fin de crear obras de arte. Estas técnicas varían en función del material utilizado, como acrílico, acuarela, carboncillo, conté, cera, lejía, óleo, pastel y tinta china, cada uno con características particulares en cuanto a textura, transparencia, secado y permanencia. La elección de una técnica u otra depende del efecto visual que el artista desea lograr, así como de la expresividad y la forma en que la técnica se adapta al tema y estilo de la obra. Cada técnica ofrece posibilidades únicas para explorar la creatividad y transmitir emociones, permitiendo al artista desarrollar su lenguaje visual de manera distintiva.
El género en pintura agrupa las obras según su temática, proporcionando un marco de referencia para su interpretación. Entre los géneros más comunes están el retrato, que captura la esencia de una persona; el costumbrista, que refleja la vida cotidiana; el animalista, enfocado en animales; y el bodegón, con composiciones de objetos inanimados. Otros géneros incluyen el desnudo, el abstracto, que explora formas y emociones, y el onírico, con escenas surrealistas. Dentro del paisaje, se destacan subgéneros como el marino, urbano, campestre, fluvial, rural y montañoso. Estos géneros ofrecen diversas formas para que los artistas expresen su visión del mundo.
En esta galería, los invitamos a explorar cómo el tamaño de una obra pictórica influye en su percepción y presencia. Hemos clasificado las piezas en tres categorías: grande, mediano y pequeño, cada una con su propia singularidad. Las obras de gran tamaño dominan el espacio, permitiendo una inmersión completa en sus detalles y emociones. Las de tamaño mediano ofrecen un equilibrio perfecto, combinando impacto visual con la accesibilidad del espacio. Por último, las piezas pequeñas invitan a una observación más cercana e íntima, donde cada trazo y detalle se aprecia de manera personal y profunda. A través de esta clasificación, podrán experimentar cómo el formato de cada obra enriquece la manera en que nos conectamos con el arte.